Voy, a contaros algo de mi historia,
de vida humilde, pero bien arropado;
¿la he contado?... ¡es frágil mi memoria!...
no se si la he vivido... o la he soñado.
Conocí una linda rosa, de un gran colorido,
tan pura, espléndida, tan gentil y graciosa;
que ha sido el mejor adorno que he tenido,
ésta ha sido sin duda, mi adorable esposa.
Al pie de ella crecí como un pensamiento,
pequeña, flor, solitaria sin gracia ni color;
al lado de la rosa, respirando de su aliento
y disfrutando del más profundo amor.
Amándonos pasaron nuestras vidas,
me mimó como a un niño, me dio amor,
secó mis lágrimas, curó mis heridas;
no se si podré agradecer tanto favor...
J.Plou