Que no callen nunca los poetas,
que busquen poesía en las fibras permeables,
en los jardines interiores, en la brisa del mar,
y en cada una de las anónimas y dulces miradas
con que nos contempla la mirada poética.
Cuando el poeta habla, vibra la vida;
cuando el poeta sueña, sueños recita.
Que nunca callen los poetas,
que cultiven versos día a día en el poemario vital,
que los cojan y los guarden en el tesoro de su alma,
y los abran poco a poco para degustarlos como uva de amor,
como suave bálsamo que acompaña el agridulce vial.
Cuando se expresa el poeta, vibra la vida;
mientras feliz sueña, sueños de poesía.
Que no callen nunca los poetas,
que trencen versos con fecundes y dúctiles palabras
para alumbrar poemas cuando despierta el día;
mas, si el poeta cae, la poesía sigue su vía
en pergamino de seda y con la gente que la amaba.
Que no callen nunca, nunca, los nobles poetas;
cuando el poeta recita, el mundo suspira.
14 de octubre de 2008
Pau Fleta
(Adaptación del original en lengua catalana)