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Siempre pregunto el quehacer de otra vida,
y la pregunta de todos mis días, es ¿qué haces?
si te has visto al espejo tantas veces
como ha pasado el cometa por su lirio cercano
imagina entonces, cuantas veces te he besado
estando tu dormida y muy lejos de aquí,
cuando te he visto en mi sala como una flor
marchita con sed del vino de auroras
atenta al despertar de las ansias,
con el aliento enloquecido por el sudor
de la noche, y con la piel ajena caída
en el piso de oro, de mi evidente deseo.
¿Cuántas confusiones has forjado en la luz
de un solo día, cuantos suspiros se te han dedicado,
cuantos sueños has protagonizado
en los diversos teatros?
¿Cuántas confesiones se te han ideado?
con la infinita abundancia de épicos versos
o con cortejos que flotan solamente en parís.
Pregúntate pues, y sale al día siguiente
con la respuesta en los labios y el llanto listo.
Pues te darás cuenta de ti, y de la niebla embriagada
que también emanan mis poros, solamente por verte.
soy un niño que perdió el sueño, por creer
que estar despierto, es estar atento al palpitar de
tus manos, cuando el reposicionar de las agujas
mato la esperanza.
Duerme pues…yo estaré escribiendo
una necesidad tuya.