A lo mejor me ha tocado vivir la crisis más fuerte de mi existencia en esta época. Hacer cosas que no están bien para los ojos de los demás y a veces para los propios, pero con esa misma fuerza he buscado mi transformación y el sentido de la vida y de un montón de cosas que aprendí de otros. Me he atrevido a hacer cosas que jamás otros harían y de todo estoy aprendiendo. Estoy cambiando, no soy la misma de hace un año o dos, no seré la misma en otro par de años. Siempre he sido sensorial y muchas veces me he equivocado, pero tú y todo el mundo lleva esa parte consigo. Aunque quizá yo sea más dramática que otros. Estoy buscando un equilibrio entre mi oscuridad y mi luz. Sé que tú también lo haces.. a tu forma, a tu modo. Y la verdad es que aún sigo unida al universo, eso me une a ti incluso si no nos conocemos, aunque he buscado recoger mis hilos energéticos para ser libre. Si te he responsabilizado de algunas cosas en mi vida es porque lo que has hecho también me ha dejado cierto impacto y no he sabido bien cómo expresarlo.. Quizá sea parte de las enseñanzas que la vida me puso al lado tuyo. Yo solo quiero ser feliz. Y probando, viviendo y sintiendo ha sido la única manera que me ha quedado para saber lo que realmente quiero y lo que no deseo en este plano. Pero no por eso soy mejor o peor que nadie. Igual que tú. Y si me toca lastimarte para mi autoconocimiento, lo lamento. Quisiera ser una persona consciente en todo, pero soy joven. Estoy creciendo. Sé que este proceso es largo y estoy aprendiendo a aceptar y rechazar lo que me ha sido otorgado por las circunstancias y decisiones asertivas y destructivas en todo momento. Y en ese camino, sé que no somos tan diferentes. Por eso y por un millón de cosas que a lo mejor todavía no entiendo, sigo viva. Sé que todo es temporal. Aunque los cambios sean eternos. Y el día de mañana que me encuentre equilibrada espero que el dolor haya cesado y nuestra relación esté basada en otras cosas. Porque a final de cuentas, somos de la misma especie y complejidad ambigua interna. Siempre he creído que por naturaleza, las lecciones más fuertes que han aprendido los humanos han tenido que hacernos sentir algo de dolor. Porque el dolor es lo único que nos hace valorar conscientemente lo que es el verdadero amor. El amor a las cosas que no se tienen, pero que entendemos que existen y que sí deseamos. O que sí se tienen, pero por nuestra inmadurez, a veces ignoramos. La vida en sí, es una contradicción. Hoy nos toca estar arriba o abajo, y después estaremos del otro lado, así es esto. Descubre tú mismo lo que te estoy diciendo. El tiempo seguirá avanzando. Todos nos seguiremos transformando y lo único que tenemos hoy puede ser efímero y obsoleto. Vive tu vida como tú la deseas, no como otras personas te la impongan, aprende, siente, ríe y llora, pero siempre con la conciencia abierta para saber más sobre tu transformación.