Mujer sabia y misericordiosa,
que enceñastes a mirar,
en las sombras de nuestra conciencia,
y de nuestros actos,
y así conocer las faltas y vicios de lo que estamos llenos.
Mercedita que con tú carisma y espiritualidad,
a tú rosal esparciste el aroma a los cinco continentes,el amor y la amistad.
Sí alguna flor eliges,
inclinate por la resa,
así sentiras la presencia de la Beata.
Rusita