joaquin Méndez

Besaría tus labios sin tocarlos,

 

A ti, que amo ciegamente,

 que alborotas,  al mio corazón

Nunca dejare de amarte, amor mio, 

no tengo,  motivos,  ni razón

Te amo con toda mis fuerzas,  

más tengo que guardar silencio

Pues este amor es prohibido,  y si hablara de él,

sería imprudente y necio.

 

Vives en este portal, también en mi corazón

y en mi alma

Y cuando leo tus poemas, sonrió,

 y  me llenas  de alegría y calma

Besaría tus labios sin tocarlos,

con el soplo de mi aliento perfumado

Acariciaría tus pechos suave mente,

 lamiendo tus pezones sonrosados.

 

¿Qué culpa tengo yo, de amarte a si?

Con locura y frenesís,  de esta manera

Si me pides que vaya, yo a tu lado,

dejo todo, y correré con la furia de una fiera

Te devoro cual   león  enfebrecido,

con mis manos con mi boca suaves sedas

Sé que amas a otro hombre,  ya lo sé,

pero acaso es culpa mía amarte  tanto

Si no es mentira que te diga que en silencio

y cada noche, por tu amor, seco mi llanto.

 

Eres tú,  a la que amo con lo cura,

A la que sueño cada noche en el silencio de mi alcoba

Es tu nombre el que me callo, en mi  secreto,

cuando debería gritar tu amor al los cuatro viento

Para que sepa todo el mundo cuanto  

te amo, que te amo locamente sin mesura,

 amor mio no te miento.

 

Autor Joaquín Méndez.

Reservados los derechos de autor.

19/02/2012.