Angel irredento

El ocaso del león

Llevo
la violencia de un volcán en la mirada
una media sonrisa en la cara dibujada
una colección de momentos descontentos
y en la sangre, tatuado, el sonido de un lamento

Llevo
una lágrima escondida y agarrada
se hace música entre lluvia atormentada
una foto de tu cuerpo entre mi tiempo
y en el corazón muy podrido algún recuerdo

Llevo
una pena abigarrada y dolorosa
un racimo con el verso de mis prosas
una guerra silenciosa sin trincheras
un adiós atormentado entre fronteras

Llevas
un anillo de compromiso en la mano
mis ayeres y mañanas más ufanos
las entrañas de este pobre malherido
los segundos suicidas de este amor
del amor que hemos perdido.