Que salga el sol
y se yergan los girasoles,
y una brisa suavecita
barra hojas y dolores,
que despierte la arboleda
con sus pájaros cantores
y las chapas de las casas
se vuelvan multicolores.
Que se extiendan tus brazos
y confíe el corazón,
que brote y se haga hiedra
cada certeza de amor,
y un beso de tu madre
como de niño te dio
cuando le llevaste flores
tiernamente, que salga el sol.
Con el brillo de las aguas
y el oro de la miel,
como mis ojos al verte
y estrellas al anochecer,
que brille la esperanza
con el nuevo amanecer
mansamente, que salga el sol
y vuelva a calentar la piel.