Geovani

Una triste flor.

Me cubre la noche negra y sombría,

Hoy que desde hace tiempo te he visto sufrir,

Mueren las esperanzas mías, de verte feliz,

Ya no alumbra la luna nuestro porvenir.

 

En tus ojos ya no hay más luz ni alegría,

Parece que se te acaba sin más la vida,

Desvaneció la esperanza prometida,

Ha quedado tu alma estremecida.

 

A Dios imploro que te regrese la felicidad,

Porque en este tiempo mi vida,

Solo te he visto sufrir y llorar.

 

Ya se apaga esa linda enredadera,

Esa brillante rosa, floreciente y valiosa,

La tristeza te ha estremecido, mi flor graciosa.

 

No hay en ese tierno y dulce corazón,

Los olores de la gentil primavera,

Los esplendores que te hacían brillar en la pradera,

Lo  maravilloso y esplendido de tu amor.

 

Me embarga este pesar delirante,

Al mirar tu corazón triste y distante,

Como ansío poder ayudarte,

Que olvides ese mal correspondido amor,

 

“Limpiaré las lagrimas por ti vertidas, injustamente por aquel que desprecio a tan noble flor, la que sinceramente entregó su corazón.”