Parpadeamos
desde ese perdón
a esa música infinita
nos reconocemos en el tiempo
olvidamos como creación
a nuestra vida
y a nuestra muerte
si
una instropección nos dice
somos rutina
entonces
siempre hacia adentro
somos rutina
las introspecciones no se equivocan
pero
milagrosamente
sucede que
hacia arriba
mis ramas
vigilan o buscan al sol
y
hacia abajo
las hojas perdidas
buscan mi encuentro
soy un tipo afortunado.