El cielo se abre hacia un nuevo día
El mal se disipa, otra vez desterrado
Caras amigas se miran con apatía
De la figura del peligro se han olvidado
La monotonía ronda por las calles
Se siente la adrenalina aumentando
Y en quien la desidia embarga
Una fabula infundada se va creando
Pronto el miedo invade la mente
La mirada llena de desconfianza
Nota enemigo hasta al más decente
Rindiendo a su sable nueva alabanza
Pues la paz no es propia de esta vida
Inquietada imaginación la destroza
Siempre sangrante, siempre herida
En radiante carmín la ve más hermosa
Incontenible espíritu, ansioso de lucha
Buscando siempre estar en la cima
De una nueva meta siempre escucha
Cuando la antigua se vuelve cansina
Es un juego tonto el del ser humano
Siempre creando un nuevo enemigo
Para sentir que su vida no es en vano
En los cortes del sable encuentra abrigo
Seguridad proveo en la siguiente frase
Que si el hombre solo se quedaría
Viendo su reflejo borroso en el agua
Al cristalino ser también mataría
Pues no es de tontos el cuestionarse
Si el peligro en verdad rondó las calles
O si al comenzar el miedo a disiparse
La nada desfiló sin brindar detalles.
Andrés Ruiz H.