(recomiendo escuchar el tema entero, aún finalizado el poema)
Es la primera vez que lo digo (pero no será la última)
porque el corazón me dicta con fuerza que aún la amo;
la amo y no puedo sacarme de encima sentirla adentro,
se sentía tan placentero, dichoso ser presa de sus besos
que morí renunciando a vivir sin el sabor de esos labios.
¿Por qué me castigas tiempo, con su recuerdo, cuando
mis brazos casi se olvidaban de que ya no la conservo?
Subsisto con las migajas de un amor que fuera nuestro,
hoy me veo envuelto de nostalgia con sabor a cardos;
cuánta pasión todavía sigue hermética ante esperando
el día de no tener mas que seguirla en un vacuo cielo
mientras cuento las estrellas en mis noches de duelo
demorando los desvíos para que no aparten ese halo
que mantiene unido cada fibra del amor mío innato
a su ternura, a su simpleza, a su vida y a sus sueños.
Creo voy a terminar con la restante memoria de esto
pues ser hombre sin la mujer que me tiene enamorado
es la mayor pena (que a nadie le deseo) siendo atado.
La amo tanto, Dios, que no puedo vivir sin su tiempo.
Vito Angeli