Regresión Antigramatical.
Las rosas son rojas, rosadas, tal vez amarillas,
Las bocas tienen dientes,
muelas y extremidades de carne,
tal vez tienen restos de orejas.
Los ojos tienen pestañas,
pupilas, unas dilatadas y otras desvanecidas,
tal vez tienen espejos, cristales y químicos.
Las rosas, las rosas!! son grises,
y en sus petañas, tienen
la mugre que en sus dientes
mastican orejas en restos,
y al recto,
escudriña
el horizonte,
en esta
anomalia,
me espero, y me tuerzo,
me ahogo y pierdo,
y en esta hipocresía,
soslayo el amanecer,
bello crepúsculo decía doña María,
Antonieta o Sofía,
Bello repetía,
reiterando
la lengua,
sobre
la búsqueda
del sol
atascado
en su retina.
Ni tan sólo, ni son,
ni ton, estremecía,
ni la voz,
se le tildaba
el acento
de sus colchas,
entre sus muslos,
el acento
se perdía,
en sus piernas,
la voz
aguda,
tomaba
forma, y en sí se rascaba las perlas, y en su garganta,
sacaba la letra y hablaba,
con el tilde perdiendo la poesía.
Las rosas son Rojas, tal vez de mentiras,
los ojos son fecundos,
tal vez violados hoy día,
las bocas son vírgenes
que mancha
en el contrato
de una palabra,
y del amor,
ese sentimiento,
ese detalle
en la huella
que marca el tatuaje en la espalda,
donde, el corazón
dice no estar,
pero, está!!!
está para llorar,
para balbucear
y de niñez la mente lo acompaña,
cuida de sus párpados,
el abrigo
en sus ojos,
en su boca,
y en las rosas,
cosas que antonieta
ha dibujado allá fuera en el alba,
crepúsculo en un llano
interpretado
por el habla,
sí del silencio
la ausencia no dice nada.
Autoplagio.