Si tú que me sigues,
aun sean caminos de esfuerzo,
aun sean pasos finales,
aun sean cuerpos sin masa,
por nuestro rayo,
por la armonía
o por necesidad,
no recibes lo intenso,
no recibes lo profundo,
no recibes el abrazo
del que no saldremos,
con que sobreviviremos
si tú me sigues.
Si tú te fundes
desde y hasta nosotros,
desde el amor
hasta el amor;
nosotros que somos,
nosotros dos, uno, todo,
en verdad parece
que en fin se hacen
como universos,
como doctrinas innatas
y bellas aguas,
y dulces manos,
resbalándonos,
pecando de felices,
allende rejas
que ajen la conciencia,
fuera de lástimas.
Si tú que me sigues
sobre lindos deseos
que no florecen,
sobre fatuos hombres
que obstruyen
cada victoria;
si tú que me sigues,
permaneces,
nada habremos perdido.