Beto Cruz

Noctámbulo

Aquellos ojos cafés no caben en esta noche,

ni tampoco su respiración, en el silencio,

y su cuerpo desnudo aún se puede ver

a través de las cortinas del sueño.

 

Ha de ser verano en sus labios,

ha de cantar su sangre por dentro,

y ha de saciarse el mar de su cama

con la cascada que brota de su cabeza.

 

Las voces en la calle hablaron por mi boca,

y fue cierto lo que dijeron

-que aun de madrugada es temprano

para alguien que ha embriagado su espíritu-

 

Entre cerrados sus ojos

echarán algún vistazo a la noche,

al haber concluido en su sueño

algún pasaje lleno de colores

o uno densamente oscuro.

 

Y volverá la luz para el mundo

inventando una nueva mañana,

ya que el amanecer será el eco

de aquella, su primera mirada.