Jose Luis Santiago

EL BUEN POETA

Con Dios y su palabra armado

en su imperio soberano

el buen poeta

llora con con que lloran

de ellos es alentadora trompeta

clarín de tormenta sonora

que acierta y desconcierta

con ternura conmovedora

 

con el verbo a hilos teje paños

que los mete en aguas calientes

y poniéndonoslos en la frente

nos baja las fiebres y sus daños

 

es de verso raso

de vanidad, esta escaso

suele ser un loco

o le falta poco

o mejor dicho

un extraño caso

o un raro bicho

 

los soberbios

lo quieren en el nicho

los señoríos

en el cementerio

y los enteradillos

en perpetuo cautiverio

 

¿cegó en la cárcel Quevedo?

¿ o acaso lo han enterrado?

¡ Gloria! que están presentes sus versos

llenos de gloria y en humores coronados

 

y Juan, Teresa, Machado

Rubén y otros tantos

y tantas

buenas almas

que han luchado

con la espada

soberana

de la palabra

que enamora

humana y cautivadora

 

a fin de cuentas

el buen poeta

nos despierta

nos alerta

y nos alimenta

en su generosa huerta

 

SENTENCIA

 

no es un tonto

aquel que padece

de divinos prontos

y tonto

en ellos se mece