Tu fuiste mujer inconfundible,
marcaste mis pasos,
sendas de luz,
caminos sin sombras,
fuiste compañera de mi alma,
y el destino rompió nuestros
sueños,
fuiste humilde y sincera,
tu amor fue mi testigo,
sembraste amor en mi corazón,
y crecieron rosas rojas,
fuiste suave roció de la mañana,
y lluvia de primavera,
y en mi alma crecieron geranios,
de mi brazo ibas orgullosa,
y ahora lloro tu ausencia,
pero tu alma sigue ami lado,
fuiste sencilla,
agua de manantiales,
donde yo bevia agua de tu boca,
sediento de tus besos,
fuiste dulce,
de tus labios la miel,
y tu amor puro,
como la blanca nieve.