Te vas a reir cuando te diga
que por pensar en vos cuando lavaba la ropa
mezclé lo blanco con prendas rojas
y me salieron todas las bombachas teñidas.
Te vas a reir cuando te diga
que por mensajearte equivoqué numeración,
otro pensó que le daba atención
y tuve un buitre dos semanas seguidas.
Te vas a reir bastante
si te digo que por leer tus poesías
se me pasó la hora del agua hervida
y cené una bola de fideos gigante.
Y te vas a reir si confieso
que antes de conocerte, ya era torpe!
espero no incendiar la casa
o romperme la cabeza de un golpe...!
Te vas a reir si te digo
que es lo más lindo que me haya pasado
aunque el colmo de la vergüenza
fue confundir queso con pan rallado.