La tortuga tiene gripe
y enronquecida la voz;
que no cante, que no grite
porque es muy grande su tos.
La tortuga tiene
fiebre de cuarenta
y más lenta viene
porque no tiene fuerza.
La tortuga contrajo
un enorme gripón
por eso sufre debajo
de su caparazón.
La tortuga está enferma
y ha guardado reposo,
comiendo manzana y pera
con galletas y bizcochos.
Alejandro J. Díaz Valero