Andrés Mª

POBRECITA LA PRINCESA - (HUMOR) -

Se ha encerrado la princesa

en los versos recibidos

y baja las escaleras

y recorre los pasillos,

cantando estrofas que llevan

un mensaje prohibido.

Y se mira en los espejos

y acomoda sus vestidos.

Le gusta tener amigos,

que le lean, le comenten,

recibir mensajes íntimos,

que los lee y los convierte

en grandes promesas de amor,

que ella misma se los cree,

aun siendo de un picaflor,

que está probando su suerte.

Pobrecita la Princesa,

que se cierra en su palacio

y desgrana esas promesas,

como si fuera un rosario,

pues le llegan siempre en verso,

con dulce vocabulario,

que opacan ocultos cebos

con armas de sagitario.

No es lo mismo hacer rimar

que componer poesías.

La belleza en el amar

se da con una sonrisa,

con las miradas que van

de una isla a otra isla,

cruzando el inmenso mar

de sentimientos que gritan.

Y si eso no se da…

sólo será una rima.

Sin poesía, el amor…

es como caja vacía.

 

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