El consejo de seguridad lo ha planeado todo
El gobierno lo ha firmado
El parlamento se ha negado
El pueblo sordo-mudo no se ha enterado
El analfabeto poeta va de pueblo en pueblo
Su voz hecha trompeta cantaba:
“No quiero ser la chupeta del niño tirano
No puedo sufrir la suerte del helado en verano,
que a cada chupada pierde en tamaño
Año tras año de engaño, para encontrarse al fin
con la palillo vacío en la mano”
En este mundo tan absurdo, el pobre profeta que ha perdido su meta,no tiene más remedio que complacer y compadecer;
el que eligió de ser marioneta desde el nacimiento.
En la torre de Babel ,la incomprensión ha perdurado de siglo en siglo.
Hasta llegar a nuestro tiempo, donde el sordo y el mudo han llegado a un acuerdo:
“Que para entenderse, había que hablar con el ciego tartamudo “
El otro olvidado tercer minusvalido, no quiere ser elegido
porque tiene miedo de decir que habia en su garganta un enorme nudo.