Al mirar el recuerdo de mi infancia,
bañado de tristeza ... lucha interna
muy escondida;
huraña voy con amarga impotencia,
de aquel ayer enterrado en la pena,
estremecida.
No quiero yo perder la transparencia,
cual bello espejo de la imagen tierna,
desprevenida;
ya me vuelva encontrar sin la presencia
ni la paz que en el alma me serena,
enternecida.
El misterioso amigo va en la sombra
y me acompaña siempre en mi desvelo;
el refugio de las calladas horas,
¡Qué gran consuelo!
Hoy me siento libre como si alondra,
por las nubes en su radiante vuelo,
va sin prisa sin pauta y sin demoras,
llegando al cielo…