Mi mundo se inmovilizó
El lápiz ya no escribe
No tengo razón de mi ser
Soy un mísero del amor.
Ya mis versos no riman
Las cuerdas del violín resuenan
Con la melodía del ocaso
En un día color gris.
Ni el sueño me alivia
Y no por ser alarmante
Del amar no quedan cenizas
Y solo veo su semblante.
Si contigo era un trovador
Ahora soy un excéntrico
Me pierdo en mi morada
Y todo lo que soy es nada.
Le escribo al amor
Y del amor soy un occiso
No hay cabida para la vida
Solo una triste e hiriente herida.
Me despido de ti cuaderno
Voy a cerrar mis ojos,
Y mientras el mundo da vueltas
Sigo con la amargura del poeta.