Si al pronunciar tu nombre me equivoco
no pienses, vida mía, que te olvido
pues, ¡cómo olvidar todo lo vivido!
si contigo, mi amor, el cielo toco.
¡Cómo podré olvidarte!, si estoy loco
por tenerte en mis brazos; en mi nido
y ser ya para siempre tu marido
pues, para que se cumpla falta poco.
Que te quiero, amor mío, ten presente
y, que si digo, a veces mal, tú nombre
es porque tu belleza tengo al frente;
A la cual le suplico no se asombre
si me ve que estoy ido de la mente.
pues, le puede pasar a cualquier hombre.
Autor: Jareth Cruz
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