Sueño inquebrantable
de un cálido amor de frías noches,
esperanza fugaz de una fe
constante desvanecida y mil veces
abatida, abatida e igualmente
mil veces renacida,
férrea voluntad doblegada
por una obscura pasión,
caminante inválido
de los senderos de la vida,
humeante aliento
de un último suspiro,
luz proveniente de la obscuridad
del encierro, destello implacable
que ilumina y ciega al mismo tiempo,
minutos que se marchan
según vienen iniciando
y matando el tiempo,
odio nacido del agonizante
amor de lo que fue y quizá ya no será.