Oigo tu voz...también siento tu risa
iluminando los senderos turbios de la noche,
rumor de corolas se despiertan en la bruma
con cánticos celestes de luces y colores.
Dónde tu voz quedó prendida
cual hoja fresca que acarició el viento?
Fue en tu brisa de mañana enardecida
que durmió una madrugada en sigilosos sueños.
Allí en los cerros dormidos en la noche
descansa el eco sutil de tu sonrisa,
y en un río sonoro aquí en mi pecho
suenan las notas de un Tango que me hechiza.
Cantar de amores, de ensueños y esperanza
bebieron en tus labios la pasión que en tí sentías,
y un destello lumínico de estrellas
prendió en tu seno
una llama de amor siempre encendida.
Un bandoneón te mira con ternura
desde el susurro eterno de las flores,
desde el perfume etéreo de tu encanto
para llorarte en tu cantar de amores.
Congojas de pesar, llantos de luna,
todo tu cantar fundió en mi cielo
una chispa de sal ardiente y viva
entonando en su vaivén un mar de ensueños.
Enseñame a cantar que estoy despierto
y la lumbre ya se apaga aquí en mi vida.
Enseñame a sentir que hoy por tí siento
que mi alma te idolatra todavía.
LEO HENRY