Desde el norte hasta el sur del continente
Hay el latir de un pueblo que es hermano,
Olvidándonos de quien los gobierne
Como pueblos somos hermanos.
Que tenemos el mismo color de explotados
Que tenemos la misma necesidad de revelarnos
Que no somos imperio de nada
Y sentimos cuando aun pueblo hermano lo apuñalan.
No hablo de naciones, hablo de América,
La fecunda, la intensa la cobriza, la morena
La que sufre desde México hasta la tierra del Fuego
La que se desangra desde al Atlántico hasta el Pacífico.
A la que le dispararon por la mitad para hacer un canal
A la que penetraron en sus selvas
Y se llevaron el petróleo, el oro el uranio
Y todo lo demás.
A la que entraron en sus aguas y se llevaron sus islas
La que acoge en sus entrañas la sangre de los caídos
Aquellos hijos a los que desaparecieron
Y llora, llora la América como una madre huerfana
Y se levanta fuerte y luchadora
Aquí estamos tus hijos Latinoamérica
Unidos en un solo puño
Estamos de pie aunque parezca que nos arrastraron
Seguimos de pie forjando esperanzas