El elefante, mira y mira
por el lente de una lupa,
anda buscando una hormiga
que grita mucho y lo asusta.
El elefante sigue buscando
y Dios quiera la consiga
pues tiene días penando
por culpa de esa hormiga.
Y la hormiga tan traviesa
verse del elefante no deja
se ha subido a su cabeza
y se ocultó en sus orejas.
Alejandro J. Díaz Valero