Me siento tan culpable de engañar
a una doncella que no vio mi pena,
al tratar de olvidar la luna llena
que a mis noches tu amor le supo dar.
Apagué la lujuria al mencionar,
entre gemidos de pasión ajena,
tu nombre criminal de dicha plena;
y la doncella me dejó de amar.
Un clavo sacaría el otro clavo,
mas solo lastimé su corazón
y del pasado sigo siendo esclavo.
No sé si quiero atarme a tu recuerdo
buscando algún pretexto a la razón
o si al olvido le propongo acuerdo.
Copyright © 2011 Jose Luis Calderon.