INTIMA
Un esqueleto de huesos brillantes
toma el atajo de los pecados para caer en el cieno
de las negras vergüenzas.
El azul del cielo no aparece
y sus jinetes roban la noche
Cristales sin maquillaje reflejan la desnudez
del alma que, con miedo, apenas se asoma
Íntima, quisiera descaminar lo andado
Y llegar al paraje donde está el río de la liberación,
para poder encontrar a la que nunca llegó.
TERESA TERNAVASIO