Algún día podré otorgarme
el desliz de desmantelar a cada una
de mis letras viejas, cansinas y nostalgicas
que contaron las cuitas y alegrias
y tratare con esmero sereno y cauto
entrar en el día nuevo con coraje
y con los aires renovados y frescos ,
como una sonrisa o como un abrazo
y decidir con el aplomo de los años,
ir poco a poco sin pausa medida
a revisar las sinceras pasiones vividas
de cada una de mis músicas jovenes
para caducar las obsoletas y extenuadas
y que otras se tornen anónimas
relegando la importancia de los hechos
de que siempre desconozcan sus origenes.
Del Poeta de carton...