Creo en el amor que se construye
a cuatro manos,
suave,
pausadamente.
En el amor a dos voces
en la misma sintonía,
que emiten notas
iguales o diferentes.
En el amor que es palabra
y es silencio,
sin avaricia del tiempo brindado,
amor valiente.
Sin conteo de caricias
y sin temor a la entrega,
que comparte risa y llanto,
ocaso y amanecer.
El que no tiene secretos
ni egoísmo,
el que escucha y se expresa
con dulzura, sin herir.
El que despierta los cinco sentidos
siempre fiel a sí mismo,
es gentil, es espontáneo,
es amor total.
El amor que es ternura
y es pasión,
escalera luminosa
hacia el sol.