Saber que la vida escribe nuestro mundo,
Un mundo con verano e invierno.
Y en cada verano sueles coger mi mano
y no la sueltas hasta que el corazón lo permita.
Las manos enlazadas, amarradas con el
Nudo del amor.
Unidas por el calor del sol, por el cantar de los pájaros
Y la dulce mañana floreciente.
Que desdicha la mía cuando el invierno se apróxima
Me sueltas la mano.
Me quedo sola, y quien me acompaña en mi llanto
Es el cielo con sus lágrimas que bañan todo a su paso
Y las nubes ocultando al sol la cual los pájaros
Buscan refugio.
Mis noches son tan frías que el corazón se me congela,
Y cuando la mañana empieza a florecer
Todo cambia de Rumbo,
Nuestras manos vuelven a enlazarse
Con el nudo del amor.
Sabiendo que siempre van a estar juntas.