Esta tarde te seguiré amando,
como te he amado siempre...
como mujer divina que eres
entre todas las mujeres;
la palabra en tu labios,
suena suave y armoniosa,
como la brisa de invierno,
que en la selva virgen,
acaricia el musgo tierno.
Y quiero amarte ahora.
esta tarde, como siempre...
tiembla tu cálida boca,
con tímida vergüenza,
mientras mis dedos finos...
deshacen tu trenza.
Siento un vago rumor...
suena una música celestial;
a lo lejos, veo los árboles
con sus flores blanquecinas,
se desbordan los arroyos,
de aguas cristalinas;
bajando por las laderas,
cayendo por las colinas
y filtrándose en la tierra,
como mis ojos en tus ojos,
como tu voz en mi alma.
Te miro embelesado...
sin apenas darme cuenta,
de que el sol se ha bajado,
hacia los lejanos montes,
en sus pequeños nidos,
Muere la tarde...
dando paso a la noche,
a lo Lejos, el sol, se marcha
me abandona a mi suerte,
con las manos hundidas,
en tus sedosas trenzas,
y en mi hombro, tu frente,
con la boca húmeda,
y voz temblorosa,
con el alma ardida,
de luz y esperanza,
en este amor infinito,
que me devuelve la vida,
dulce y hermosa...
J,Plou