Me gusta hacerte reír, aunque no conozca tu sonrisa.
Sólo me gusta aunque no te conozca,
En la soledad me gustas...
Primera estación...
-Cuervos-
Aves nocturnas,
menguan la luz.
Taciturna la noche...
-Agujeros-
heridas cuelgan
ojos se quiebran,
burbujas revientan...
Segunda estación...
La voz, mi voz.
Late el universo.
Astros se apagan
caen de tus ojos.
Resbalando ayer,
cayendo mañana,
volando hoy.
Silencios quedan.
Palabras asesinadas,
la mudez de tu boca
papel blanco
dibujando la sonrisa...
Tercera estación...
¡No mires! callada;
¡no duermas! -mueras-
¡Despierta! el alba,
La salida, la entrada
camina, corre, vuela.
La muerte, la vida
respira, inhala, exhala.
La lógica, el arte, la ciencia
piensa, siente, comprueba.
Tachuelas, alfileres, agujas,
palabras, la lluvia, las estrellas.
No te apagues,
bajo la humedad
de una lágrima,
Palabras -el adiós-
canta; se amarga,
magra la voz.
Magro el universo.
Alfileres
acentúan
el alba,
en agujas escarlatas,
tu tilde muere,
cayendo tachuelas
en tus palabras -adiós él-
Otoño...
De la mano,
gaviotas,
sobre la boca del cielo,
ángeles parpadean las hojas,
entre caminos quebrados,
el viento se afloja,
desde cuerdas
los cabellos
gritan oídos,
el sabor a tierra,
salpica silencios,
la vida se quebraja,
sobre el árbol,
nombres cruzados
la frente tallada
un beso
dibujado en la boca
opacan al viento.
Tu pecho en mi pecho,
un te amo, un te quiero
desde la latitud de tu cuerpo,
se erizan los colores,
el otoño no es el mismo,
sin tu sonrisa -tu voz-
anclada al velero de mis dedos...
Invierno...
Con sangre,
la tierra sangra,
el viento tibio
con sangre la muerte calla,
el habla, callada,
silencios, las manos quebradas,
fisuras, el pecho
entre vacíos
tu corazón efímero
en huellas -nada- cenizas,
los ojos, párpados
se unen con la lluvia...
Muerto, -acabado-
apagado en la gris mirada
tus manos
pegados a la ausencia...,
-Distancia-
Salpicas lágrimas...,
entre una palabra...,
media, casi nada, ahora nada...
Primavera...
Mariposas...,
Aves de colores, -papeles lustres-
-blancas-
árboles enredados
en muchas palabras,
corazones volando
sobre manos
estrujando el tiempo
y un beso
y más besos...
dibujando sonrisas
en el silencio...
Y..., yo...,
apagando astros...,
alfileres en la noche...,
agujas en la cama...,
tachuelas en poemas
y un verso que grita
amando en la soledad...,
no quedan fonemas...,
la retórica muerta...,
naufragio literario
sobre la inquietud
de las flores,
pétalos al contraste
mis ojos de noche,
pétalos marinos,
mis lágrimas saladas,
entre el carboncillo
dibujo tu sonrisa, tu mirada...
No queda nada, no queda,
en la plaza; el asiento vacío,
mi libreta, poemas, cenizas y nada...
Mis dedos coagulan
la sangre, la tierra sangra,
mis manos exhalan,
la lluvia, lágrimas,
en el verso interno
mi boca muere, se apaga,
en el cielo, astros
mastican mi frente,
mis ojos turbios
se ahogan en el mar,
mi aliento, magro,
la carne amarga, salada,
la voz entre mariposas
soledad
en flores, -la vida-
tu vida, mi vida; ¡Marchita!
Estaciones; detenidas,
letargos tu sonrisa
tu mano pequeña
me roba el aliento,
bajo el árbol
me adentro en tu pecho,
sueños ¡sueños!
invento y te quiero,
en el jardín me desvelo,
un beso, un te amo,
un adiós, un olvido,
asientos vacíos,
parejas aladas,
la soledad yerta;
astros gritando soledad…
Me apaga, ¡Apaga...!
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