Mi cabeza como caja organizadora,
tu recuerdo lo guardó,en la gaveta número
cuatro, departamento cincuenta y dos.
Al registrarla hoy día,se esfumaron las esperanzas
estaba ocupada...por un revolver y una bala.
Trato de imaginar la sorpresa encontrada
¡Se perdió en la memoria igual que caja vaciada!
Seguí el recorrido,hasta llegar a la ochenta,
encontrándome con todo,lo perdido en la conciencia.
El corazón dibujado a los cinco años de vida,
teñido color rojo, era de mi madre querida
y...se cerraron las puertas,desapareciendo gavetas.
Ahora me encuentro sentado,con mi memoria indefensa.