En lo más hondo, la noche me mira con sus ojos en loca agonía,
te extraño fuerte, esto es:
Comer sin hambre, dormir sin sueño
Vivir sin propósito, mirar sin ojos, oír sin ganas.
Así se mete y se lleva todo a la nada.
Me deja vacías las hojas
Me deja su silencio mojado.
Se desprende la raíz viva de un río
La hierba suave, se fuga la luz que da de beber a los viñedos
La piedra fluida, cristal líquido que de mí trasmina.
Y veo tu piel de luna
Lejana, mortal, imposible extrañarte más.
Quiero palabras como grava que vengan a reforzar mi corazón de cemento, déjenlo hablar, que suelte su lengua como una bola de estambre. Que vuele como templo vivo.
Y no sea un silencioso rayo de cristal plantado en una vela.
Te extraño vivamente, no quiero nacer sin cuerpo,
Vivir sin sangre, morir sin morir
Ni en lo absoluto, estar sin ti y hablar con nadie.