Hector Adolfo Campa

Cáncer mundial...

Noche lúgubre en la cual vago por algún callejón…

Veo hombres convertidos en locos sin amor…

Jeringas y perros tapizan el suelo, y algún loco vagabundo trovador que en su lengua extraña descifra su mundo desgarrador…

Esta es la realidad, que tú en tu sillón no quieres ni imaginar, lo escondes en algún cajón…

 

Triste es este cielo inmóvil…

Ese mismo que cubre a los niños muertos por inanición, o los que ante una guerra injusta y ajena sucumben ante el plomo…

El mismo que añora un inocente entre paredes de concreto y barrotes de frio hierro…

Es esta la realidad por la cual caminas, y aun así, dios no logra que te conmueva…

 

Crueles e inmundas tiendas y bancos…

Que cobraron la vida de millares de bellas flores, y arboles que solo deseaban darnos de su aliento para poder respirar…

Y todo el entorno de verde, vivo y mágico se convirtió en gris, metálico, con un toque de mármol…

Y toda la tierra llora, mientras tú compras un bolso, y cobras tu cheque mensual…

 

Necesito un teléfono celular, un auto y un millón de dólares para poder estar en paz…

Necesito ese vestido, ese abrigo y algunas alhajas que hagan juego con el…

Mi vida no es nada sin internet, mi casa necesita un adorno mas, mi perro tiene que ir al estilista o moriré de vergüenza al llevarlo a pasear…

Cuantas veces no he oído con tristeza a los muertos vivientes exhalar…

 

¿Evolución?, ¿humanidad?, ¿razonamiento?

¿Que tan avanzados podemos ser?, si hasta un ternero da mas a la tierra en su excremento que nosotros con toda nuestra infinita creatividad…

¿Que tan sensibles podemos ser?, si ni un tiburón mata por diversión….

 

No podría odiar al hombre, pero cuanta lastima siento por el…

Tener tanta belleza e infinita felicidad, un universo esperando que lo busques y darte serenidad ante su majestuosa equidad…

Y tú sigues opacándolo con tu tiranía, y tu estúpida creencia de “modernidad”

¿Dinero y edificios?

 Yo me quedo con el pasto y el firmamento…

Con la arena y el mar, y algún árbol al cual pueda escalar…

El canto de las aves, la fiel amistad de un perro y también me quedo con ese rio puro donde me puedo bañar…

¿Que mas necesito?, ¿comida rápida y trajes de etiqueta?

Si con la naturaleza me puedo alimentar, y sin abusar, hasta con ella me puedo vestir y calentar…

¿Qué más podría desear que correr libre y el aire limpio de toxinas poder respirar?