MIRIAM RINCON U.

VERGUENZA MUNDIAL

VERGUENZA MUNDIAL

Una mujer en Georgia (país de ex unión Soviética), dejó a casi todo el país de Armenia sin internet buscando cobre (metal) con una pala, una práctica muy común en esas naciones para las personas sin medios económicos y lamentablemente por un accidente, cortó el cable de fibra óptica. Por ese pequeño error de la anciana el pequeño país quedó prácticamente incomunicado durante cinco horas, causando que muchas personas que utilizan internet para trabajar se quedasen sin poder realizar sus labores.

La mujer fue detenida aunque posteriormente fue liberada por su edad. No obstante no se descarta la opción de encerrarla durante tres años en la cárcel por los daños a la propiedad privada. Ahora armenia ha vuelto a la normalidad pues ya cuentan con internet. A la mujer de 75 años se le ha denominado sarcástica y burlonamente, como la “hacker de la pala”; la verdad no creo que la anciana debe ser encerrada, primeramente porque se trató de un accidente inocente, la mujer no tenía como saber que estaba cortando a un país entero de su acceso a internet y luego por la edad.

Lo trágico y vergonzoso es el colmo de los colmos, lo constituye el hecho sin precedentes leído en una noticia de internet, es que este trabajo lo realizan las personas de muy bajos recursos para poder subsistir, algo parecido a lo que en Venezuela hacen los recoge latas y los que van a los basureros municipales, para entre el sucio y el peligro de contaminarse con bacterias mortales recopilan materiales reciclables o no y los venden para medio comer o comprarse algo de ropa, una medicina u otras cosas. Mas sin embargo lo inconcebible es, que estos seres humanos, como animales carroñeros en oportunidades, tienen que hurgar muy temprano e los montones de basura para rescatar algunas legumbres y panes de desechos lo cual utilizan para desayunar, de tal manera que puedan acumular algo de energía para el trabajo fuerte del resto del día.

Pues bien de manera premeditada será acusada por dañar bienes materiales privados. Consideremos algunas cosas: el hecho fue accidental, la anciana no podía tener ni la más remota posibilidad de saber que ese cable cruzaba por allí, pues estaba debajo de la tierra sin señalamiento exterior alguno; el personal que realizó la instalación demostró una ineptitud incomparable , pues la red de fibra estaba muy superficial, ya que una anciana de 75 años, no tiene la fuerza para cavar un metro de profundidad con una pala; la culpa de que la anciana estuviera haciendo ese trabajo rustico, pesado para su contextura, es culpa de la irresponsabilidad del gobierno que no ejecuta programas sociales de protección integral, para que estos hombres y mujeres a su edad tengan una vida digna, después de haberle entregado a sus país cincuenta años de trabajo mal remunerado, mientras que cada gobernante al asumir el poder se vale de actos corruptos y artimañas, para saquear las arcas públicas para ellos, sus familias y sus incondicionales cómplices.

Los Organismos Internacionales deben hablar menos tonterías y actuar más enérgicamente, incluso con Resoluciones Conjuntas, para evitar que actos tan injustos, tan abusivos e inhumanos se hagan realidad en contra de ancianos indefensos como es este caso. Deberían obligar a ese país ,compañía  o a quien sea el dueño del cable óptico, para que ya dejen en paz a la señora, porque bastante ha debido sufrir y debe estar sufriendo, para  a una edad tan avanzada estar tratando de conseguir cobre, para venderlo y por lo menos acceder a sus gastos más imprescindibles.

De Dios espero que en su tiempo perfecto haga justicia en beneficio de la anciana y ponga en su lugar a los inhumanos que quieren hacerla terminar sus días en una prisión; porque condenarla a tres años de prisión en un asqueroso presidio es matarla, luego quién o quiénes van a pagar por su muerte, al haberla confinado en un lugar no merecido por ella pues no cometió delito alguno, y posiblemente esté tratando de vivir sus últimos años o días, sin tener que pedirle nada al Estado. En una oportunidad dije: “No importa vivir o morir pero que en ambos casos, sea honrosamente”.

 

 

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MIRIAM RINCÓN URDANETA.