Constantemente sueño al delirio profundo,
soñando, muriendo a cada hora, cada momento;
como la sombra deslizando lentamente.
Sueño lo que mi corazón anhela;
la espera a que el principio de los tiempos,
atormentado, desgarrado por el deseo.
Por la noche en mis sueños me escapo,
y creo que poco a poco,
en un sueño profundo me veo flotando sobre las olas;
que me llevan a una vida sin dolor, sin lágrimas.
Mi mente, es mi sueño de distancia,
en la que el cielo y el mar se unen;
sin esperanza y sin remordimiento.
Te extraño mi amor, incluso si estás a mi lado,
te echo de menos,
siento que mis lágrimas me acarician.
No sabes si en las noches lloro en silencio,
siento los latidos de tu corazón,
y te quiero más cada día.
Un día, tal vez leerás estas palabras,
siendo ellas las únicas testigos,
de el laberinto de mis dramas.
En lo profundo de mi pecho, empiezo a sentir una pequeña daga;
que me va punzando en cada respiro.
Esta noche voy a llorar de nuevo,
en la languidecía de mi soledad;
entre el cielo y el mar, me faltas tú.
pero se , ya se como todas las mañanas
mis lagrimas secaran; convirtiéndose,
en pequeños cristales esparcido en mi alma.
Mi amor tiene un sabor extraño,
es como una rosa que se desvanece un día;
los pétalos caen como lágrimas por el amor que siento por ti.
Eres mi amor, mi tortura,
la ausencia de lo que me quema el cuerpo y el alma.
Después de mi muerte, voy a volar, te lo juro,
más allá de los mares;
y llamar tu atención por tu eterna ausencia.
Y nuevamente en mis sueños,
estaré contemplando mi soledad,
y seguiré llorando en silencio,
pensándote en lo mas profundo de mi ser;
porque entre el cielo y el mar, me faltas tú…