Le llamè a mi corazòn y no me contestò
lo busquè y le roguè y no me respondìa
toquè una puerta que de pronto vi cerrada,
era la de mi corazòn, pero no me la abrìa
porque no querìa amar, ya no deseaba nada
ya no querìa luchar, pues perdiò la alegrìa.
Yo; me sentìa fatigada casi muerta
y agobiada por la brùsqueda partida
del amor tan profundo que mi corazòn guardaba
y que se fuè asì tan de repente y que no dijo nada,
y, con el hòstil encuentro de la puerta cerrada
y con mis pies cansados y mi alma vencida.
En mi mente, yo siempre imaginè que mi corazòn era una casa
y que mi mano temblorosa tocaba a su puerta,
pero nadie la abrìa y nadie contestaba
y yo ahì permanecìa, esperando muy inquieta
que me abrieran la puerta para ver que me encontraba
porque yo estaba muy sola y me sentìa deshecha.
Y despuès de esperar y tocar con cuidado
con grande sorpresa mis ojos observaron
que de un momento a otro se abriò la puerta
y en el fondo obscuro de mi corazòn dañado
encontrè que mi alma con el dolor a cuestas,
luchaba por salir pues estaba cansada
de sufrir sin amor y de estar atrapada
sin poder ser feliz, porque nunca la amaron.