Se sentaba todo el día
En la arena, allí en la playa
¡Mira, mira! -me decía-
¡Mira, mira!…¡calla, calla!
Pero yo me adormecía
No podía soportar
El que hubiera que esperar
Lo que nunca se veía
Y ella siempre lo esperaba
De lejos podía verla
Yo en el mar, buscaba perla
A ella no le importaba…
Quietecita se quedaba
Y el dia, noche se hacia
Y mientras ella vivía
Yo tan solo bostezaba
Pintaba cielos naranjas
¡Locuras de larga espera!
Arremetí: Haz lo que quieras
Mientras no me la arrebates…
¡Basta ya de disparates!
¿No puedes hijita mía
Mirar por un solo día
El cielo sin tus caprichos?
Y tan solo haberlo dicho
Mi pequeña dijo en llanto:
Mis naranjas son tu espanto
Calla, Papi… mira, mira
Y es que cuando te retiras
Fundido en aburrimiento
Fuego es el firmamento
De belleza desbordante
¿Parece insignificante?
Pero ves que yo no miento,
Es naranja el firmamento
Así como yo lo pinto
Esperando, lo distinto
Se vuelve acontecimiento
Pinta papi, el firmamento
Pintalo ahora conmigo
Y ya no seré testigo
Solitaria, de este fuego
Mira y pinta… te lo ruego
Feliz soy porque lo viste
Papito… hoy no le huiste
Y en tus ojos queda el fuego
Ay, lo duro que es el hombre
Y lo frágil lo libera
Mi pequeña ya no espera
Solitaria, y nunca miente
Soy testigo permanente
Solo pinto atardeceres
¡Aprendi yo, que es el nombre
Del fuego que nunca muere!