Mi dulce caballero aparece y desaparece, dejando su huella, quedando su aroma clavado en mi mente...
Perfumando tantos pensamientos ardientes, besos tiernos y elocuentes, aquellos que hacen quitar la ropa con los dientes...
Ganas incontrolables de sentir tu piel contra mi vientre, sentir caricias y penetración inminente...
Porque has desatado la locura de mi mente y has hecho temblar mi cuerpo de ganas de tenerte...