¿No te cansas de jugar, de dejarte ilusionar por una estrella que brilla por momentos para luego descubrir que era sólo una estela de la luz que esperas poder alcanzar?
Con poco ya piensas que el mundo vas a abrazar sin pararte a pensar que nada de esto es real sólo son tus ganas de hacerlo realidad.
Sé prudente, no te dejes dañar, sé paciente y busca una verdad no a un espejismo con el que chocas preguntándote si esta vez podrá ser real.
Antes de creer párate a observar y medita sobre si debes dejar que esos sentimientos salgan a volar, pues como libres se sientan y una bofetada de resentimiento vuelvan a palpar más, tu corazón que encogiéndose de dolor se negará a volver a ofrecer su interior y serás piedra fría muerta en el un mundo aún vivo del que no te podrás librar.
Septiembre de 2009