A pesar de ser tan pillo
tú me dijiste: Te quiero
porque viste mi bolsillo
desbordado de dinero.
(Alejandro J. Díaz Valero)
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Sé que mi perversidad
sobra más que suficiente
para estar eternamente
en completa soledad;
Pero la prosperidad
de modo alegre y sencillo
me hízo ofrecerte un anillo
y para lograr la boda
te entregaste toda, toda
a pesar de ser tan pillo.
Yo estaba ya resignado
a mi eterna soltería
y sufriendo viviría
solo y muy acongojado;
pero tú me has aceptado
ofreciendo con esmero
un cariño lisonjero
nacido así de repente,
porque aquel día sonriente
tú me dijiste: Te quiero.
Unos malintencionados
Dudan de tu bello amor,
dicen que tú, hermosa flor
das amor interesado.
y yo estoy emocionado
Y ante ti me maravillo
Porque tu pelo amarillo
y tus labios de color
me ofrecieron su esplendor
porque viste mi bolsillo.
No puedo ni en dos por tres
pensar yo, que no me quieras
y si tú me desesperas
por tu bendito interés,
te haré saber de una vez
de modo justo y sincero
que yo soy un pordiosero
que vive de otros a expensas
y que no soy el que piensas
desbordado de dinero.
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