Había dado mi palabra de olvidarte,
de cesar este lunático amor,
de no perderme en el abismo
y la oscuridad con que embargas mi existir.
El tiempo es lento y cruel,
y aun así no ayuda a olvidar.
¿Pero recordar el qué?
Pregunta mi alma,
entre gritos y sollozos,
¿qué puedo recordar?
Más que la indiferencia
y el rechazo de siempre,
y aun así, yo te quiero tanto.
Suena estúpido, pero sentí quererte más
mientras negaba mi amor enfrente de todos.
Hoy que te vi,
mi mundo se estremeció.