Opio, fumadero de olvidos
noble laudano que engancha
polvo en cuchara hervido
base que se chuta y amansa
tuerta fue su dicha
coja, leprosa y manca
con una ausente sonrisa
que en el vacío se apalanca
de su nombre no me acuerdo
y el alma crudo me lo devuelve
de sucio moreno, enjuto y al acecho
del bombeo que en su sangre se revuelve
entre, ratas, putas, latas y desechos
con cartón se apaño una chabola
y con su fiel y dulce heroína a solas
se acostó y partió bajo su pecho
santa adormidera por derecho
de las pobres almas francas
que no recibieron buen techo
y su cruz fue de amapolas blancas