El Amor es una semilla plantada en el jardín del corazón.
Piensa en el Amor como la blanca y pura niebla
de la noche que ha de elevarse hasta el cielo
para amanecer como gotas de rocío por la mañana.
Piensa en el Amor como lágrimas de alegría
que se desprenden de los picos helados
de las montañas cuando el sol acaricia sus rostros.
Piensa en el Amor como el exquisito aroma
desinteresado que te regala la rosa
después que la has cortado.
El Amor es la plenitud que con su canto sublime
endulza los oídos de los eternos enamorados.
Es el Amor sincero la belleza misma estampada
en los albores del Alma.
Por Alejandro D. Gatti