Un baile alegre y muy fino
que tiene pasos ligeros
es bailado por tres pingüinos
que saltan con mucho esmero.
No es rock ni pasodoble,
no es bachata ni merengue
es un estira y encoje
que se baila sobre la nieve.
Se gira de lado a lado
moviendo pata y cabeza
y saltando con agrado
con una extraña rareza.
Cuando bailan yo los miro
los miro y me quedo viendo,
a ver si de los pingüinos
ese pasito me aprendo.
Alejandro J. Díaz Valero