Dicen que con el tiempo
desvanecen los recuerdos,
que se esfuman y al fin
ya no regresan más.
Pero yo llevo un año
de agonía, de humillación,
al caer rendida de la misma manera
a tus pies soberbios sin razón.
Te amo.
Tú simplemente callas.
Yo anhelo tu mirada,
mientras ríes malicioso.
Y es que adoro
todo lo que eres,
y todo lo que serás.
Te amo justo así.
Eres infinito y perfecto,
nadie puede pensarte menos
y en la noche tu rostro
humedece mi mente de recuerdos.
Cada lágrima mía
es un verso más
en esta oscura noche
que jamás te alcanzará.